Transcript
¿Qué ves?
Buenos días de nuevo, es bueno verlos a todos aquí. Durante las últimas semanas y meses, hemos estado hablando sobre la señal del Hijo del Hombre, y esto me lleva a preguntar: ¿qué ves?
¿Qué ves en el cielo?
Vemos una señal, una figura, y nos recuerda las palabras de Jesús cuando les habló a los escépticos, los escribas y fariseos, en Mateo 12:38-39:
"Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal." (verso 38)
"Mas él respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás." (verso 39)
Una sola señal les sería dada: la señal del profeta Jonás.
"Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches."
Vamos a regresar a este punto después, pero en los cielos vemos la ballena y el vientre de la ballena donde Jonás estaba.
Esta es LA señal que Jesús dijo que sería dada.
Ahora, ¿qué aprendemos de Jesús cuando Él dijo: "No se dará otra señal sino la señal del profeta Jonás"?
Vayan pensando acerca de eso, porque a primera vista suena como si Jesús lo estuviera diciendo en un tono de rechazo: "Quieren una señal, pero no se les dará ninguna, excepto la señal de Jonás."
¿Qué ves?
Vemos la señal de Jonás en el vientre de la ballena.
"Porque como estuvo Jonás tres días y tres noches en el vientre de la ballena, así estuvo el Hijo del Hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra."
Vemos que está hablando acerca del Hijo del Hombre.
¿Qué ves en esto?
Vemos el Alfa y la Omega, que juntas forman el monograma divino, la firma del Señor, quien se llama a sí mismo cuatro veces en el libro de Apocalipsis:
"Yo soy el Alfa y la Omega."
Vemos Su firma en la señal.
También vemos la escena de Su bautismo.
Cuando Jesús fue bautizado en el agua y la paloma descendió, esa es la señal que Dios le dio a Juan el Bautista de que Él era el Mesías—la paloma descansando sobre su cabeza.
Vemos en la señal, al girarla, la lámpara de las vírgenes sabias, brillando con el aceite del tiempo, llena con el aceite del Espíritu.
¿Qué ves en la señal?
Vemos las siete iglesias de Apocalipsis, delineadas en un camino que sigue la trayectoria de los cometas, en orden inverso al que aparecen en Apocalipsis.
Vemos cómo en Apocalipsis empieza con el primer amor y con la reprensión a la iglesia de Éfeso, porque habían perdido su primer amor.
Y en cada iglesia siguiente, la condición espiritual iba decayendo, hasta que finalmente Laodicea es advertida que podría ser vomitada.
Pero nosotros vamos en dirección opuesta.
Desde Laodicea, el cometa K2 viene de ese lado, y el cometa E3 en la otra dirección, regresando al primer amor.
¿Pero qué ves? ¿O qué escuchas?
¿Escuchas lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias en esa trayectoria?
Vemos los dos testigos del tiempo a cada lado del río del tiempo, y nos muestra una imagen que es dada en las escrituras proféticas. Y esta señal, con estos dos testigos, es un tema: dos testigos del tiempo.
Y cuando miramos la profecía del tiempo en la Biblia, debemos entenderla desde la perspectiva de dos testigos.
Así que, vemos en el libro de Daniel, cómo se nos dan líneas de tiempo:
Las 70 semanas o 490 años, que dirigen al tiempo en que Jesús vino a la tierra y fue crucificado.
Y también culmina con la muerte del primer mártir de sus discípulos.
Y todo esto es un subconjunto de la profecía de tiempo más larga que es dada en el libro de Daniel, que nos lleva hasta el tiempo del juicio, el juicio de los muertos.
Entonces tuvimos el primer ciclo de Orión, que estudiamos por mucho tiempo: el ciclo del juicio, que nos llevó al juicio de los vivos.
Primero fue el juicio de los muertos, y luego el juicio de los vivos.
Pedro habla de Jesús cuando dice que, al venir, Él juzgará a los vivos y a los muertos, y eso es lo que vemos: el juicio de los muertos, y luego el juicio de los vivos, llegando a un segundo testigo del tiempo, una segunda aplicación de los 2300 días, con otras 70 semanas, que llevan a otra cruz en esa septuagésima semana.
Esa cruz es la cruz del Horologium, que apunta directamente a esa última semana, cuando el cometa llega a la mitad de la semana para mostrar ese punto donde cruza la cruz.
¿Qué ves?
Vemos dos troncos del Árbol de la Vida a cada lado del río que fluye desde el trono de Dios, tal como es descrito en Apocalipsis 22.
Vemos las hojas del Árbol de la Vida en el Horologium, con el cometa BB.
Vemos la profecía de Zacarías 4, donde él ve dos olivos a cada lado de un candelabro con siete lámparas, con un depósito encima y dos tubos vertiendo el aceite para la lámpara.
Todo esto está en esta señal:
Los olivos
Los dos tubos
El depósito de aceite, como la vasija del maná en el Arca
Todo está representado.
Vemos la parábola de Jesús de la higuera, donde Él tenía una higuera plantada en la viña, donde hay uvas, pero en medio de la viña plantó una higuera.
Año tras año buscó fruto en la higuera, y estos son los años caracterizados por la crisis del coronavirus y la crisis de la vacunación, especialmente.
En la parábola, Jesús viene—o el personaje en la parábola que representa a Jesús—y pide por un año más.
Porque el dueño de la viña dice:
"Oye, ¿qué hace este árbol sin fruto en la viña? Córtalo."
Pero el cuidador dice:
"Dale un año más."
Y ese último año es donde estamos ahora.
Es el Día del Señor, de Jehová, el año que el Señor pidió en la parábola.
Y Él dijo:
"Si después de esto no da fruto, entonces córtalo."
¿Qué ves?
Vemos una hoz para el trigo y una hoz para las uvas.
Vemos el granero donde el trigo es reunido.
Vemos el lagar, donde las uvas son pisadas bajo los pies.
¿Qué ves?
Vemos el arpa y los arpistas que tocan sus arpas.
Es el arpa de 10 cuerdas, y podemos reconocer qué representan 10 esas cuerdas.
En las dos tablas, al igual que hay dos cometas,
La primera tabla conectada con el cometa K2 y la segunda tabla de la Ley, de los Diez Mandamientos, con el segundo cometa.
Estas son las 10 cuerdas del arpa, que son tocadas por el pueblo de Dios.
Vimos a las iglesias en esta misma área.
Cuando vemos a toda el área que toca la señal, y todas esas constelaciones, encontramos 12 constelaciones.
En la antigüedad, el barco era una sola constelación.
Y estas constelaciones corresponden a las tribus de Israel.
Es una división de las tierras que vemos aquí.
Y cuando lo analizamos con el ojo espiritual, podemos ver patrones que nos muestran que esta es una imagen de la Ciudad Santa en Apocalipsis, que se haya establecida en cuadro, y vemos el patrón de una pirámide allí, con el Espíritu Santo en el centro de la ciudad de Dios.
La Santa Ciudad, donde todas las tribus de Israel espiritual tienen su terreno asignado.
La promesa de esa tierra.
¿Qué ves en la señal?
Esa es la pregunta.
Podemos ver las heridas de Jesús en Orión, el río de sangre que fluye de su costado, desde la creación del mundo hasta el tiempo presente.
Vemos el nombre del Padre, Jehová, en los caracteres antiguos representados por el camino de los cometas:
Yod-He-Vav-He, apuntando a la mano, que significa literalmente:
"¡Mira las manos, mira el clavo"
Vemos el clavo que está en un lugar seguro, tal como lo describe la Biblia en Isaías 22.
Y esto apunta, por supuesto, a Cristo y su crucifixión.
Hemos visto cómo, a lo largo del trayecto del cometa K2, están representadas cada una de las fiestas del año, en orden, desde:
La Pascua en la primavera, al comienzo del año
El séptimo día de los Panes sin Levadura
La Fiesta de las Semanas o Pentecostés
La Fiesta de las Trompetas, ambos en este punto de cruce
Yom Kipur
Tabernáculos, el tiempo de morar con Dios o Dios morando con nosotros.
Eso es lo que representa la Fiesta de Tabernáculos.
Al final, Shemini Atzeret, la oración por la lluvia tardía.
Y también el Último Gran Día, que fue el último sábado de fiestas del año, el cierre de la Fiesta de los Tabernáculos.
Vemos en el mismo camino, la historia de Israel avanzando:
La salida de Egipto
El cruce del Mar Rojo
El Monte Sinaí, donde recibieron la Ley, y al mismo tiempo cometieron un gran pecado.
Es interesante cómo la Ley y el pecado a menudo van juntos, porque es la Ley la que expone el pecado.
Y, por supuesto, esto apunta a este evento específico, porque los cometas hicieron este cruce en el aniversario hebreo de ese evento.
De la misma manera, en Yom Kipur, fue el aniversario en el que recibieron la confirmación del perdón de Dios por su pecado, cuando Moisés subió por segunda vez a la montaña.
Ese fue Día de la Expiación.
Después tuvieron su tiempo de vagar por el desierto, lo que corresponde a ese tiempo de tabernáculos, como vimos en la diapositiva anterior, antes de finalmente entrar en Canaán.
Así que vemos la travesía completa de Israel representada en la trayectoria del cometa.
Dado el simbolismo de la señal, también vemos el pacto de Dios con Su pueblo.
Era un pacto de sangre, que comenzó con Adán, continuó con Noé y el diluvio, cuando las aguas cubrieron la tierra.
Luego con Abraham, el padre de la tribu.
Con Moisés, el líder de Israel.
Con David, el rey de Judá e Israel.
Y finalmente con Jesús, todos continuando el mismo pacto que Dios hizo con la humanidad.
Y cuando Jesús vino, Él dio su sangre, y por eso, es un lugar apropiado en el trono, donde Jesús dio su sangre por toda la humanidad, desde Adán hasta el último pacto, o, la culminación del pacto es cumplida en el último Elías, porque Jesús dijo que Elías vendría y restauraría todas las cosas.
Y así, al final, está ese espíritu de Elías que viene al mundo para restaurar todas las cosas en el tiempo de la venida de Jesús.
¿Qué ves?
Muchas cosas.
En el reloj, vemos:
La espada que sale de la boca del tiempo.
Vemos la vara de hierro.
La estrella de la mañana.
Vemos un aspecto de Jesús en el que muchos no piensan al respecto. Es el aspecto de venganza.
Es el aspecto de su capacidad de pelea.
No quieres encontrarte con esas armas.
Esas son para las uvas, para aquellos que no quieren que el Señor reine sobre ellos.
Para aquellos que rechazan el tiempo también.
Queremos estar entre el trigo que es cosechado y reunido en su granero.
Pero, de todas maneras, ya sea trigo o uvas, hay una hoz involucrada.
El trigo es cortado.
Las uvas son cortadas y luego pisadas.
No se trata solo de una hoz, porque la parte útil del trigo no es la parte que se corta.
Pero, ¿cómo se obtiene el trigo?
Tienes que trillar el grano.
En la antigüedad, ellos trillaban el grano:
Hacían un gran montón en el suelo y lo pisoteaban con bueyes.
Los bueyes pisaban en el trigo de aquí para allá, hasta que el trigo se separaba de la paja
Luego soplaban la paja fuera del trigo, y lo recogían nuevamente.
Así que, de cualquier manera, es un proceso que puedes entender desde la perspectiva del grano o de las uvas; no es un proceso agradable.
La Biblia usa la imagen de trillar el trigo como un tiempo de angustia, refiriéndose a guerra y aflicción.
Y, de la misma manera, cuando las uvas son pisadas en el lagar, es acerca de la venganza, y el jugo de uva representando la sangre.
Jesús es descrito en Apocalipsis 19 como teniendo vestiduras manchadas de sangre del lagar.
¿Qué ves?
Porque lo que hemos visto, aunque es mucho, aunque son muchas cosas, y esto es solo una muestra, aún hay muchas otras cosas.
No hemos incluído todo lo que Dios ha puesto en la señal.
Aún hay más por descubrir, y más cosas que no he compartido aquí, pero que hemos hablado antes.
Pero, a pesar de todo eso, quiero decir que no es suficiente.
No es suficiente.
¿Qué quiero decir con eso?
Déjame hacerte una pregunta:
¿Creen en la señal?
¿Crees en Aquel que creó la señal?
Jesús hizo un cierto comentario en Juan 7, y quiero comenzar en el verso 37:
"En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva."
Jesús señaló que aquellos que creen en Él, de su interior correrán ríos de agua viva.
¿Qué significa eso?
¿Por qué usó esas palabras?
Si miras ese versículo en los comentarios bíblicos, generalmente dicen que el Espíritu fluirá del corazón.
Y eso no es incorrecto.
Pero, ¿por qué Jesús dijo "del interior" (del vientre)?
Ellos tenían una palabra para corazón, y la usaban con frecuencia.
Pero ¿por qué dijo que el agua viva fluiría del vientre?
Creo que lo vemos en la señal, porque es la señal del gran pez de Jonás, donde él estuvo en el vientre.
Y desde ese lugar, vemos el río, que he coloreado de rojo para simbolizar la sangre, en la cual está la vida.
Así que este es el río de agua viva, que fluye del vientre en dos caminos diferentes.
Dos ríos.
Por eso Jesús dijo:
"El que cree en mí, como dice la Escritura, de su vientre correrán ríos (plural) de agua viva."
Porque, desde esta perspectiva, fluye en dos direcciones diferentes, como si fuera un manantial desde la cima de la montaña que fluye hacia abajo.
Y Jesús dijo de sí mismo:
"Yo soy la fuente de agua viva."
Miremos Jeremías 2, comenzando en el verso 11.
Dios está hablando con Su pueblo y haciendo un contraste por lo que han hecho:
"¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses?"
Está hablando de las naciones que tienen sus ídolos y ellos adoran sus ídolos. Porque cada nación tiene sus ídolos, continúan con su ídolos.
Nínive adoraba a Dagón, el dios pez, y siempre lo hizo.
Ellos mantenían ese dios.
Pero luego el Señor dice:
"¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha."
Y luego dice en el verso 12:
"Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová."
Y luego explica un poco más:
"Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua."
Una fuente brota agua por sí misma.
Da agua viva.
Pero en lugar de la fuente, hicieron cisternas para sí mismos, cisternas rotas.
Ahora, ¿para qué sirve una cisterna?
Para guardar el agua.
Pero no produce agua.
Y ni siquiera puede retenerla, porque son cisternas rotas.
Y Dios está suplicando a su pueblo, porque han abandonado la fuente de agua viva.
Y en su lugar, han cavado cisternas humanas, intentos hechos por el hombre de salvarse a sí mismos.
Pero son rotas, defectuosas, muertas.
¿Cuál es el propósito del agua viva?
Para dar vida, salvar a la humanidad. Eso es lo que vemos, que Jesús dio su vida, su sangre por todo el tiempo, por toda la humanidad. Es el ADN, su ADN.
Pero el hombre ha hecho su propia cisterna, su propia manera de salvarse a sí mismo a través de recibir una inyección, por ejemplo, salvarse a sí mismo, salvar al planeta.
Todas estas cosas que el hombre ha hecho, abandonar la fuente de agua viva, y en vez hacer su propio concepto; un reemplazo que no funciona.
Pero, ¿a quién le está diciendo esto Dios?
"Dos males ha hecho mi pueblo."
No está hablando del mundo.
Él no está hablando de aquellos que están afuera, que no creen en Él.
Está hablando acerca de Su pueblo.
Así que pregunto de nuevo, ¿qué ves?
¿Dónde está Su pueblo?
Hemos visto cómo las iglesias están representadas adentro.
Ellos tienen el Espíritu, donde está la paloma.
Tienen la fuente de agua viva.
¿Qué dijo Jesús acerca de ellos?
¿De dónde saldría la fuente?
En Juan capítulo 7, Él dijo:
"De los cielos fluirán ríos de agua viva."
No.
Él dijo:
"Del vientre del gran pez fluirán ríos de agua viva."
¿Cuál es la diferencia?
¿Qué significa cuando Él dice "de su vientre"?
Eso es del vientre de la persona, de nuestro vientre, de tu vientre.
¿Cuál es la diferencia?
¿Qué ves?
¿Ves la señal del Hijo del Hombre?
¿Ves el río, la fuente de agua viva en el cielo?
¿O qué dijo Jesús?
"El que cree en la señal del Hijo del Hombre..."
No.
"El que cree en mí."
Y eso es diferente de la señal.
Así que tenemos un contraste.
Hablamos mucho sobre la señal del Hijo del Hombre, pero eso es solo la señal.
Representa lo real, pero lo real es mucho más importante.
La señal es buena, es maravillosa.
También nos muestra algo sobre Jesús, de lo cual ya di un indicio, porque es solo la señal de Jonás.
Y, sin embargo, en esa única señal de Jonás, vemos una imagen multifacética de quién es Jesús.
Pero sigue siendo solo una señal.
Jesús dijo: "El que cree en mí"
Él no dijo: "El que cree en mi señal."
Y Él dijo que habría una fuente de agua viva que fluiría de nuestro interior, no del cielo.
Esta es solo una imagen.
¿Crees tú en Jesús o en la señal?
Es importante hacer esa distinción, que entendamos que esto no es solo algo bonito que está ocurriendo en el cielo, sino que debe ocurrir en nuestro propio corazón.
Ahí es donde cuenta.
Ahí es donde ocurre la fe.
Porque, como dijo Santiago,
"Los demonios también creen... y tiemblan."
Muchas veces, nosotros ni siquiera temblamos.
Pero la verdadera fe de la que Jesús hablaba no era creer en la señal, sino creer en Él mismo.
Así que cuando miramos la señal, aprendan a ver no solo símbolos, no solo una imagen o una ilustración.
No solo cometas volando por los cielos, sino al Hijo del Hombre.
Jesús quiere que veamos Sus obras, ya sean Sus obras celestiales en la señal, o Su creación, o las experiencias que tengamos en la vida.
Él no quiere que veamos solo esas cosas.
No es simplemente:
"Oh, hay un reloj en el cielo, o estrellas, o bolas de hielo volando."
Eso no es lo que Dios está señalando.
Él quiere que veamos a Jesús.
Porque Dios quiere una relación con Su pueblo.
Eso es de lo que trata el pacto.
Comenzó con Adán y Eva, solo un matrimonio.
Luego creció:
A una familia
A una tribu
A una nación
A un reino
A una raza: la raza humana
Y finalmente, uniendo la raza humana con todo el cielo y con todas las otras razas, los diferentes mundos de los cuales somos espectáculo, como mencionó Pablo.
Ese es el proceso.
Es la liberación del hijo pródigo, del planeta pródigo.
Pero se trata de la familia de Dios.
Él quiere una familia, y Él es nuestro Padre.
Y así, en una situación familiar, incluso hoy, aunque la familia está degradada y casi disuelta en este mundo, aún así las personas tienen vínculos muy fuertes y valoran enormemente las relaciones familiares.
Con sus hijos, con sus padres, sus esposos, incluso con hermanos, hermanas, tíos y tías.
Las relaciones familiares son las más significativas para nosotros.
Y así también es con Dios.
Él quiere esa cercanía con nosotros.
Él no quiere estar allá arriba en el cielo, donde solo miremos una señal.
Él quiere estar con nosotros en nuestro corazón.
Y así como cuando Jesús vino a la tierra, y Él era esa fuente de agua viva y dio esa agua que fluyó de Su vientre a toda la humanidad—a todo el que la aceptara—así también es con nosotros.
Nosotros, como Jesús, cuando tenemos la fuente de agua viva en nuestro cuerpo, entonces también fluirá hacia los demás.
Porque el Espíritu, como recordarán hace un par de semanas cuando hablamos de la relación entre el espíritu, el cuerpo y el alma, vimos que el Espíritu está a menudo conectado con el aire y el aliento.
Pero hay momentos en los que Dios dice:
"Derramaré mi Espíritu."
Eso significa que el Espíritu está en forma líquida.
Y, por eso, el Espíritu también se representa a veces en términos de agua líquida, por ejemplo, el agua viva.
Pero vemos que eso está en conexión con la carne.
"Derramaré mi Espíritu sobre toda carne."
Así como cuando respiramos, recibimos el aire, y ese aire va a nuestra sangre, y luego tenemos vida en la sangre, así cuando recibimos el Espíritu de Dios, entra en nosotros y da vida a nuestra alma.
Y eso se da libremente a los que nos rodean.
Vimos cómo tenemos las ovejas y las cabras, y este es el territorio de los cabritos.
Y sin embargo, es ahí donde el agua fluye.
Damos el agua a las cabras.
No para que se queden en esa condición, sino para que todos encuentren vida en Cristo.
Todas estas cosas están representadas en la señal, pero recuerda que se trata de una persona de quien estamos hablando.
Y queremos estar unidos a Él y caminar en Su presencia.
Sabes, Jesús no está físicamente en la tierra hoy, pero Él ha dado Su Espíritu a Su pueblo para que seamos Sus representantes y demos luz al mundo.
Él hace todas las cosas a través de Su pueblo.
Por lo tanto, es importante que aprendamos a ver las cosas en un sentido espiritual, y no solo mirando los cielos lejanos.
Estas son verdades maravillosas que creemos, pero la verdadera fe que Jesús busca es la fe que trae esas cosas del cielo a nuestros corazones, para que fluyan hacia los que nos rodean.
Y sin importar el estado del mundo, no se puede esconder una luz que está puesta sobre una colina.
Se verá, así como las estrellas del cielo son vistas por el mundo.
Dios hace brillar su sol sobre justos e injustos.
Pero estamos viviendo en este tiempo de división, el tiempo de la cosecha final.
Y por eso, es importante que tomemos una decisión.
Que hagamos estas verdades más concretas.
Que no sea solo cosas bonitas en el cielo, sino que permitamos que Su hoz corte.
Corta a través de las iglesias.
Algunos están adentro, otros están afuera.
En cada iglesia algunos están con Cristo y otros están separados de Cristo.
La diferencia es si ponemos a Jesús a la distancia, o si lo recibimos personalmente en nuestro corazón.
Porque Él quiere ser nuestro Señor de manera personal, para cada uno, individualmente.
Así que quiero cerrar pidiéndoles que tomen estas cosas de manera personal, como un mensaje del Señor, porque Él envió estos mensajeros, estos ángeles, es la misma palabra tanto en hebreo como en griego. Ángel y mensajero son la misma palabra, y estos mensajeros vienen y traen un mensaje, pero no es el mensajero, no son los ángeles lo que realmente nos interesa.
Es el mensaje, y el mensaje es la Palabra de Dios.
Es la persona de Jesucristo.
Esto es el mensaje del Hijo del Hombre, la señal del Hijo del Hombre, pero es al Hijo del Hombre a quien deseamos.
Y podemos tener la señal del Hijo del Hombre, así como puedes tener una foto de un ser querido en tu casa, pero eso no significa que esté ahí.
Por lo tanto, tómalo personalmente y recibe la relación que el Señor desea tener con cada uno de nosotros individualmente, para que podamos ser recogidos en Su granero y no ser pisados junto con las uvas.
Pongámonos de pie para una oración.
Querido Padre Celestial,
Una vez más, venimos ante Ti y te damos gracias por esta pequeña señal de Jonás.
Casi muestra Tu lado humorístico, si no fuera tan serio, pero ciertamente nos muestra Tu amor.
Cómo, incluso a una generación mala y adúltera, le diste una única señal, pero pusiste todo Tu corazón, Tu vida y Tu alma en esa señal.
Y como el Creador, eso significa mucho.
Está llena de belleza y significado, comparable solo a Tu Palabra escrita.
Te damos gracias por Tu bondad y Tu gracia hacia nosotros, porque incluso en esta generación, cuando estamos tan alejados de Ti en espíritu y tenemos dificultad para discernir Tu voz, nos has dado esta señal para dirigir nuestra atención a la persona de Tu Hijo.
Y así, recibimos nuevamente Tu Espíritu hoy, porque así como necesitamos aire continuamente, respiración tras respiración, también necesitamos la renovación de Tu Espíritu momento a momento, limpiando nuestra sangre y dando vida a cada miembro de nuestro cuerpo.
Te damos gracias por las ilustraciones que nos das en la naturaleza, por Tu arte que está escrito a través del tiempo.
Te amamos, Padre, y aunque sabemos que el tiempo que viene no será fácil, anhelamos atravesarlo contigo.
Si caminamos Contigo, si Te recibimos en nuestros corazones para guiar nuestras vidas, Tú y solo Tú puedes maniobrarnos a través del complicado e incluso imposible laberinto de la vida, porque Tú eres el Dios de lo imposible.
Y así, te entregamos nuestras vidas, hasta que Te encontremos cara a cara en la nube.
Oramos estas cosas en el nombre de nuestro Salvador, quien murió por nosotros para que podamos vivir en Tu presencia y ser parte de Tu familia.
Amén.
Gracias y nos veremos nuevamente la próxima semana.
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